Si sos traductor/a y no sabés en qué especializarte, nuestra CEO Cynthia Farber te cuenta qué nichos son los que más precisan de estos profesionales, cuáles son los más redituables y mucho más. ¡Enterate!
Por Cynthia Farber
Desde un comienzo, siempre nos especializamos en la traducción jurídica. Con los años, incluso el área de especialización jurídica se volvió demasiado amplia y terminamos teniendo nuestro mayor expertise en contratos internacionales y arbitrajes: un campo bien específico.
Al principio es difícil decidir especializarse, porque el volumen de trabajo no es inmenso y uno traduce básicamente “lo que venga”. Yo y la mayoría de los traductores de The TR Company S.A. somos traductores públicos graduados de la Universidad de Buenos Aires así que, de por sí, tenemos una formación muy orientada a lo jurídico y no tanto a lo técnico, lo científico ni lo literario.
Uno puede decidir en qué especializarse y estudiar y capacitarse en esa área, ya sea porque le gusta o porque la considera potencialmente redituable o en crecimiento. Si no, podés especializarte en lo que vas viendo que se especializan tus principales clientes. De esa forma, vas desarrollando mayor valor agregado para ofrecerles.
De una forma u otra, la especialización reditúa, así que siempre aconsejo a los traductores noveles (y a los no tanto también) no dejar de capacitarse. Es la mejor inversión que pueden hacer. También hay que invertir en tecnología como principal herramienta de trabajo del traductor. Y, hablando de tecnología, el ámbito de la informática y de las tecnologías en general es un nicho interesante de trabajo al cual pueden apuntar.
Dentro de la traducción jurídica y técnica, algunos traductores se dedican a la traducción de patentes y documentación general relativa a la propiedad intelectual e industrial. También hay un segmento muy atractivo que es el de la traducción de manuales técnicos, aunque las tarifas que suelen ofrecer las empresas en esos casos suelen ser más bajas.
Por supuesto que también existen las editoriales y el campo de la traducción literaria, un tipo de traducción para la cual se requieren capacidades muy específicas que no cualquier traductor tiene. Las “reglas de juego” en la traducción literaria difieren mucho respecto de la traducción jurídica o comercial. Varían los aranceles, las condiciones de pago y los plazos con los que se trabaja.
Otros traductores se dedican al subtitulado de material audiovisual, otro segmento en crecimiento y muy entretenido.
Otros se desempeñan como intérpretes, en cuyo caso también es muy necesario capacitarse específicamente para esa tarea, ya que la labor del traductor y la del intérprete, así como las aptitudes que se requieren en cada caso, son muy diversas.
En fin, realmente son innumerables los campos en los que se puede especializar un traductor y yo les recomiendo que cada uno busque su lugar en el mercado, a partir de lo que observen de sus colegas más cercanos.
¡Mucha suerte! Y cualquier duda que tengas no dudes en dejar tu comentario o mandarnos tu inquietud a info@thetrcompany.com
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¡Hola! Gracias por lo que pudimos leer acá. Mi pregunta es: una vez que elegimos el área de especialización, ¿cómo nos capacitamos en ella? ¿Qué recursos tengo a mi alcance para lograr especializarme?
Gracias y saludos!!
Hola Denise,
Es una buena pregunta! A veces uno elige en qué capacitarse y ahí puede 1) buscar propuestas de capacitación que ofrezcan centros académicos (preferentemente que te recomiende algún colega o profesional de tu confianza) o también ofrecen cursos, talleres y charlas los colegios y las asociaciones de traductores.
Otras veces uno se va especializando en la marcha, al tiempo que va trabajando en proyectos específicos para un mismo cliente y vas investigando y aprendiendo cada vez más sobre el tema. Te sugiero leer mucho, investigar sobre buena bilbiografía recomendada sobre el tema que te interese y leer. Leer como lector apasionado y como traductora (aprendiendo no solo del contenido temático de lo que leés sino también de cómo se expresan las ideas y los conceptos en ese ámbito, qué terminología y qué giros usan, etc.)
Espero que te sea útil!
¡Gracias por la entrada! Yo soy licenciada en Derecho pero me formé como traductora hace ya casi 6 años y disfruto cada día de mi trabajo. Al principio no sabía en qué especializarme y aceptaba todos los encargos que me salían. Debido a mi formación anterior como jurista me empezaron a llegar, ¡casi exclusivamente!, encargos de jurídica pero mi sueño siempre fue la traducción literaria. Me formé y poco a poco voy cumpliendo esa nueva meta… Después, quién sabe… Yo no puedo dejar de recomendar Cálamo y Cran para la formación. Tienen cursos a distancia que hacen las delicias de los ávidos de conocimientos prácticos y aplicables 100% a la vida real. Yo confié en ellos desde el principio y bueno, ¡no me va mal! Les mando un abrazo y les deseo suerte a todos.
Muy buen artículo. Estoy haciendo el Traductorado Público en UADE, que es mayoritariamente jurídico, pero se ve un poco de técnico-científico y literario los primeros años. Con un expertise de 11 años en la traducción jurídica por motivos laborales, parecería la salida más obvia, pero….me interesa más lo técnico y lo literario. Podrías ahondar un poco más sobre las condiciones distintas que mencionas? Gracias!!
¡Hola, Laura! Gracias por tu aporte. Haremos entonces un artículo para ahondar más. ¡Saludos!